De punta en blanco (II)

Continuamos con una serie de artículos sobre la búsqueda de empleo y de empleado. De momento, seguimos en la primera parte.


En capítulos anteriores...


Resumen rápido: Ya hemos hablado (yo me imagino que me respondéis a la que escribo, tenéis cosas muy interesantes que comentar, que lo sepáis) de la creación del curriculum y de la búsqueda de la oferta en sí.


Ahora vamos con algo que no siempre es necesario: La carta de presentación. ¿Cuándo no es necesaria? Cuando venimos recomendados con alguien que tiene un mínimo de palanca en la empresa. Me explico: Si yo trabajo con Fulano, un experto en marketing online al que le encanta trabajar codo con codo con el departamento de desarrollo y trabajo bien con él, él querrá seguir trabajando conmigo. Luego se va porque está a disgusto o porque le pagan más en otro sitio, pero nos echa de menos. Surge una vacante de desarrollo en su nueva empresa y el tipo lo ve claro: Propone que te llamen. Tú recibes la llamada y resulta que estás dispuesto a escuchar ofertas, así que envías tu curriculum y te planteas enviar una carta de presentación.


Es muy simple: Si tienes curriculum suficiente, ya tienes la entrevista casi asegurada y en la entrevista siempre vas a dar más información que la que pondrías en la cara. ¿Qué pasa si envías la carta aún así? Pues que la carta puede ser muy buena, regulera o mala. Si es muy buena, va a oler raro: ¿Por qué se ha matado tanto con la carta si viene recomendado? No es terrible, vale, pero no ganas nada. Si es una cosa normalita, la leerán por encima y la harán a un lado sin tenerla en cuenta. Esfuerzo perdido. Si es mala, será una bandera roja, pues viniendo recomendado has montado una chapuza, eso es una bandera roja para el posible empleador.




Bandera roja.- Elemento notable que debe hacernos sospechar. No es necesariamente motivo para descartar una empresa o candidato, pero conviene estar alerta tras ver una y preocuparse seriamente si se acumulan.



Aviso, esto no siempre es así, aunque se basa en la experiencia y ha sido así en todos los sitios en los que he estado y yo personalmente desconfío de alguien que envía carta de presentación viniendo recomendado, es posible que te encuentres con un sitio que quiera carta igualmente.


En cualquier otro caso, una carta de presentación es algo crítico y el porqué tiene que ver un poco con el asunto filtro: Las empresas para las que carecer de carta de presentación es una bandera roja son empresas en las que probablemente quieras trabajar. Si te rechazan una solicitud por no adjuntar carta, acabas de pifiar a lo grande, has perdido una oportunidad y dicha oportunidad era en una empresa en la que quieren mirarte como a un igual.


Suena a tontería y un poco sí que lo es, no en todos los casos es así, de hecho, ni en la mayoría de los casos lo es, pero en un porcentaje considerable (me atrevo a poner que en torno a un tercio de los casos, a ojo de buen cubero) el requisito de la carta tiene detrás la siguiente motivación: "Necesito a una persona a la que pueda dar trabajo y olvidarme del asunto, alguien que quiera ser parte del proyecto y que entienda que si entra a trabajar aquí es parte de la empresa y que el éxito de la empresa le conviene".


Al escribir una carta bien dirigida, demuestras a la empresa que quieres trabajar ahí. Sí, eres una forma de vida basada en el carbono y tienes que comer y si puedes, vas a negociar para sacar un pastizal en salario porque no quieres tener que elegir entre PlayStation, Xbox o WiiU, pero eso lo harías también en un trabajo en el que sentirías muerto por dentro. La carta explica a la empresa, que en muchas ocasiones no será un monstruo que pueda permitirse contratar a un empleado irresponsable, que eres consciente de que ambos venimos a ganar pasta y que si ellos no ganan, tú tampoco. También explicará que entiendes a qué se dedica la empresa y que te apasiona lo que hacen o te motivan los retos técnicos que ofrece su sector. ¿Que lo que te apasiona es el pastizal que ganan y lo chulas que están las oficinas? Pues también puedes decirlo, sí, puedes poner en una carta de presentación que quieres meter fajos en la cuenta, pero hay que saber cómo escribirlo, tranquilo que para eso está aquí el Doctor para explicarlo.


¿Qué? ¿Que crees que no, que no puedes escribir una carta en la que explique a mi futuro jefe que quiero trabajar para él porque tiene mucha pasta? Lee lo siguiente y dime si, junto a un curriculum que se ajuste al perfil, no llamarías a este candidato para trabajar en tu empresa de banca de inversión (apellido judío utilizado sin intenciones racistas):




Al personal correspondiente de Goldberg Financial Consulting,


Me pongo en contacto con ustedes para manifestar mi interés en la posición de desarrollador senior back end para aplicaciones financieras publicado en lasdivasdeldesarrollobuscancurro.es el treinta y dos de febrero de dos mil diecisiete.


Soy un desarrollador cuya carrera ha estado marcada por la continua mejora y refactorización de código legado con alto coste de mantenimiento: Años de enfrentarme a desarrollos encargados a empresas externas que no iban a tener que mantener el software a posteriori me han preparado no sólo para reparar bases de código que la mayoría considera más allá de toda reparación, sino para entender las necesidades arquitecturales de una aplicación que debe ser mantenida en producción en proceso de mejora continua.


Estoy en un momento de mi carrera profesional en el que, más que aventura y retos inesperados, busco estabilidad profesional y personal y madurar el amplio repertorio de habilidades que he adquirido en multitud de empresas en proceso de crecimiento. GFC representa para mí eso: Un entorno empresarial estable con un eficaz músculo financiero que promete estabilidad y un bloque de soluciones tecnológicas que hay que mantener funcionando sin sorpresas. Hacer un trabajo de calidad que permita hacer un mantenimiento eficaz y poder establecerme como persona con la garantía de que mi empresa proporciona el respaldo financiero suficiente para no preocuparme de otra cosa que no sea mi profesión.


Por mi parte, puedo aportar a la empresa mi amplio abanico de habilidades, mi capacidad resolutiva y la voluntad de formar parte de algo más grande. Siempre estoy dispuesto a aprender algo nuevo y a aceptar que todo el mundo tiene algo que enseñar. Durante la mayor parte de mi carrera me he ocupado de servicios back end, muchos de ellos desarrollados de forma genérica, de forma que estoy habituado a pensar en los datos en sí sin necesitar de visualizar el uso final que se les dará. También viví una transformación ágil y ya estoy acostumbrado a la mejora continua de procesos, convirtiéndome en un elemento facilitador del cambio cuando sea necesario.


En resumen, creo que soy la persona clave para el puesto ofertado y creo que GFC es la clase de entorno profesional en el que puedo madurar mis habilidades pensando en el largo plazo. Estaré encantado de responder cualquier duda que tengan sobre mi persona ya sea previamente o en una entrevista.


Atentamente.-


El Doctor.



Lo he dicho claro: Quiero trabajar en una empresa que pueda pagar el salario que creo que valen mis habilidades y ustedes pueden.


¿Que es pasarse de listo? Dale la vuelta a la situación y ponte en lugar del reclutador: Estás reclutando para una empresa de banca de inversión, es una empresa cuyo único propósito es tomar pasta y convertirla en más pasta. Lo único que define el éxito de una empresa así es la cantidad de pasta que mete en las cuentas en proporción a la pasta que ya había en las susodichas y su imagen de cara a los clientes que piden que gestionen su pasta.


Sé usar sinónimos: dinero, peculio, plata, efectivo, viruta, cuartos, parné... pero he querido repetir la palabra pasta para que te quede claro: Confiabilidad y pasta, eso representan muchas firmas financieras y si dices que vas buscando nuevos y emocionantes desafíos y la posibilidad de innovar en un entorno dinámico a mí lo que me apetece es hacerte comer tus gafas de pasta (Madre mía, estoy que me salgo con el jueguecito de palabras).


Evidentemente, no puedes ir con este mismo texto a una empresa de nueva creación que busca poner en contacto a fabricantes de bates de béisbol, grupos ultra y fábricas de clavos para que se pongan de acuerdo en hacer cosas en conjunto por el bien de la humanidad. En ese caso en lugar de hablar de tu búsqueda de madurez personal y profesional podrías hablar de tu falta de personalidad y tu visión simplista y radical del mundo en la que todo lo que se parezca a ti está mal.


Más adelante haremos un análisis intensivo de la carta en sí y sus fragmentos, de momento, intentemos quedarnos con un punto clave de la carta: ¿Qué quieres tú de la empresa a la que la estás enviando? Si no puedes escribirlo de forma que siendo totalmente honesto y poniéndote en el lugar de tu futuro jefe, sea algo que querrías leer de tu próximo empleado, es posible que no debas intentarlo, te evitarás estar buscando trabajo de nuevo tres meses más tarde (Y no estoy diciendo que te vayan a echar, es lo máximo que tardarás en hartarte).



int idLector = Entorno.ObtenerLectorActual().idLector;
bool teDaLaGana = Repository.ObtenerLeDaLaGanaSerFeliz(idLector);
if (teDaLaGana)
{
SeFeliz(); // Ya tocaba hacerlo con código.
}

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