La oficina a dos pasos de la cama
Me despierto a un nuevo día y toco malamente el móvil que me hace de despertador, mandándolo a callarse diez minutos en lo que m Me despierto a un nuevo día y de un manotazo le digo al móvil que me avise en diez mi Me despierto a un nuevo día y me doy cuenta de que hace veinte minutos que tenía que haber salido de la cama. Le doy al despertador otros diez minutos, no vaya a volver a dormirme. Me sueno con fuerza y tras ello toso aún más fuerte, eso me recuerda que estoy en el cuarto de invitados porque una leve gripe ha hecho presa de mí y no quiero contagiar a mi señora y los dos pequeños pasajeros que lleva en su vientre (no tan pequeños, en realidad son bastante grandes, prueba de ello son los dolores de espalda que sufre mi amada esposa).