Dejar tu trabajo en Google
Esta historia no empieza con la pulserita arrancándome de los brazos de Morfeo. Sino con un artículo que me ha llevado a ciertas líneas de pensamiento que ya tengo bastante andadas y a través de una discusión con un amigo a abrir unas cuantas rutas nuevas en esa línea. Aviso para navegantes: No pretendo hacer payaseo en este artículo, si me pongo a soltar barbaridades, será debido a que la narrativa me resultó cargante y acabó explotándome la vesícula cachondear en el proceso. Para los que no hablen la lengua del té con leche: Es la historia de un señor que no promociona en Google porque el sistema de promociones está roto y decide montárselo por su cuenta. También hay una historia con un regalo de navidad que es lo que le abre los ojos.